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La importancia de tener amigos

Luego de un fin de semana largo, me preparo para el que ya se está asomando. Y sí, a los platenses nos tocaron dos extensiones del finde seguidas.

Les cuento que estuve con mis primos Tizo y Tomás Moro quienes, además de ser familia, son los mejores amigos que tengo. Siempre que nos vemos jugamos toda la tarde y aprovechamos cada minuto al máximo. Lo mismo sucede con mi queridísimo amigo Genaro, un tierno Beagle con quien juego desde que soy muy chiquito. Aquí una foto.

Con mis primos hicimos muchas cosas, entre ellas, me metí en el pozo pantanoso que en el futuro será “LA” pileta. Tizo y Tomás no se acercaron mucho porque no soy tan fanáticos del agua como yo (el que menos tiene aprecio por los chapuzones es Tomás. Tizo, si se trata de ir a buscar una pelota, aprovecha para tirarse con todas las ganas).

Los humanos presentes no podían creer que yo disfrutara tanto del agua llena de barro y hojas. Y yo me pregunto, ¿acaso no saben que, como buen Golden Retriever, amo mojarme Y ensuciarme??? Jejejejje

En sí, fue un fin de semana maravilloso. Todos descansamos y lo pasamos muy lindo. Pero, más allá del relax y los mimos, quiero destacar la felicidad que siento al reafirmar los leales y magníficos amigos que tengo. Siempre están contentos de verme, cada vez que nos encontramos todo es juego y demostraciones de cariño. En nuestro mundo, no existen los reproches ni las caras largas. No entiendo por qué los humanos se enojan tan fácilmente, cuando nosotros podemos pasar mucho tiempo sin vernos que, cuando al fin lo hacemos, en lugar de decirnos por qué no hemos llamado o no hemos aparecido antes, nos dedicamos a demostrarnos cuánto nos extrañamos y lo feliz que nos hace reencontrarnos. Por eso, mi consejo para mis amigos humanos, es que disfruten más de la vida y de los amigos que son el tesoro más preciado que podemos tener. Así que no se priven de pasar momentos lindos en lugar de enojarse tanto y tampoco nos priven a nosotros de conocer y reencontrarnos con los amiguitos de cuatro patas que nos hace súper bien!

Así que, para cerrar este post, los dejo con un video de los mejores momentos junto a mis primos 🙂

Guauuu Guauuu!!!

Liam

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Dos días en uno

Hola a todos, estuve un poco atareado en el día de ayer y mi mamá, para variar, anduvo a las corridas como para hacerme la edición de mi escrito.

Les cuento que ayer tuve clase con mi adiestrador y no me porté muy bien. Realmente no puedo definir qué me pasaba. Estaba nervioso, disperso, bastante rebelde. Cosas que pasan en la vida de un perro tan enérgico como yo. Es también destacable que ya tengo incorporadas todas las órdenes que se me enseñaron (que a veces me ponga en jodido y me haga el que no escucho es otro cantar jiji).

En fin, soy mucho más que un perro que da la patita je. Muy a mi pesar ya comprendo el bendito “NO”. Aunque debo confesar –entre nos- que esto de no poder hacer lo que quiero en el momento que quiero (léase romper, romper y romper) me molesta un poquito, je! 😛

Volviendo al día de ayer, luego de la aventurada clase volví cansado (parece que estoy un poco pesado… soy robustito, que no es lo mismo que “gordito”). Tomé suficiente agua (nota para los humanos: nunca se olviden de dejarnos a mano un tarrito con una cantidad considerable de líquido. Lo necesitamos todo el tiempo, pero mucho más cuando terminamos de hacer actividad física). Un ratito más tarde almorcé el rico alimento balanceado que me da mi mamá (nueva nota mental: tienen que pasar como mínimo veinte minutos después del paseo para que podamos comer. No nos hace bien hacerlo ni bien llegamos).

Una vez que tuve mi panzota llena y satisfecha me dispuse a descansar un buen rato (más allá de mi momento de rebeldía, lo tenía merecido). Así pasé un tiempito hasta que me sentí renovado para ir en busca de mis juguetes e invitar a mi mamá a correr un poco dentro de la casa. Todo muy lindo hasta que llegó el momento de la despedida (OMG sí que me molesta este momento!!!). Mamá tenía que ir a trabajar y yo tengo que quedarme en el jardín que, a pesar de ser espacioso y lindo, no es igual que cuando está ella al lado mío dispuesta a prestarme toda la atención que necesito. Pero bueno, la entiendo y no me enojo. Simplemente me pongo un poquito fastidioso (soy un bebé aún) y me hago el que no quiero salir, poniéndome patas para arriba con el objetivo de recibir algún mimo extra en la panza 😀

La razón por la que me quedo en el jardín es por esta tendencia que mencioné anteriormente. Suelo romper todo lo que está a mi alcance si me aburro (creo que es hora de consultar con un psicológo… tendré algún complejo de esos que le dicen???). De todos modos, admito que no está nada mal mi jardín. Es muy necesario tener espacio para correr y hacer mis cosas con absoluta libertad. Además, hay una linda galería que me mantiene calentito y a salvo de las lluvias (aunque vuelvo a confesar algo: me encanta mojarme jeje). Diría mi mamá, “es menester” que cuente algo: hace unos meses ella tuvo la brillante idea de comprarme una cucha para que yo esté aún más cómodo durante su ausencia. Era muy linda, con forma de casita, un “pechochor” dicen algunos humanos. Peeroo…. He aquí un nuevo tip para mis lectores de la raza humana: la fibra de vidrio no es resistente a cachorros activos y adictos a los destrozos. Es por ello que imaginarán que el inmueble ha pasado a mejor vida. Así que tengan en cuenta que hay materiales más aptos para perritos como yo (mientras digo esto ensayo una mirada al mejor estilo gato con botas de Shrek).

Con respecto al día de la fecha, hemos madrugado como siempre. El despertar de hoy ha sido un tanto particular. Verán, duermo al lado de la cama de mi mamá en un colchoncito muy lindo que me regaló mi abuela y de vez en cuando se establece una lucha de miradas para ver si la dejo dormir un rato más o no. Esta mañana fue bastante simpático el asunto. Ella abría un ojo, yo otro y nos hacíamos los dormidos. Sabe que si percibo sueño sigo en mi posición, pero un solo movimiento, el más mínimo, me activa y queda en el olvido eso de seguir dormitando. Así sucedió hoy, todo iba muy bien, muy calculado, hasta que ella torpemente se dio vuelta y… ¡zas! Busqué la pelota y me abalancé como de costumbre… fue maravilloso… muejeje!!!

Luego de arrancar el miércoles con todas las pilas, lleno de juegos y de mimos, me senté al lado de mi mamá para hacerle compañía mientras ella trabajaba haciendo buena letra luego de mi desliz ayer. Ha sido una hermosa jornada realmente, no sólo por lo bien que la pasé sino también por el lindo sol que me acompañó 🙂

En estos momentos estoy un poco dormido así que pido disculpas por la redacción (irremontable hasta por parte de la editora que está compitiendo para ver si se duerme antes que yo).

Espero hayan disfrutado de estas líneas y no dejen de tener en cuenta los tips que les pasé. Sus amigotes de cuatro patitas se lo van a agradecer 😀

Muchos Guau!

Los dejo con el link de una noticia que leí hoy y me emocionó mucho!

http://www.eldiariodecarlospaz.com/ampliar_noticia_redis.php?id_noti=12168

Liam

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